En los primeros días del pasado mes de agosto se han cumplido los dos años de la creación del Grupo de Teatro de las Fiestas del Escudo de la Asociación Cultural San Bartolomé. 

Quizás pueda parecer una singladura muy corta, y, objetivamente, lo es; corta en el tiempo, pero larga y muy rica en experiencias, vivencias y, por qué no decirlo, en éxitos y reconocimiento social. 

Hagamos un poco de historia: 

Con motivo de la inauguración oficial del cubrimiento del despoblado de Siyâsa, el equipo de gobierno del ayuntamiento recurrió a nuestra Asociación, como organizadora de las Fiestas del Escudo, para que ambientáramos esa “puesta de largo” del yacimiento. Y allí nos fuimos unos cuantos festeros para poner un poco de color y vida a esas venerables piedras. 

Transcurrido un cierto tiempo, nuestro consistorio pensó ir un paso más allá y que esa ambientación fuera algo más que la presencia de unas figuras mudas con unos trajes más o menos de época: era menester contar una historia, poner voz a las piedras, volver a la vida a sus moradores. 

El proyecto no entrañó demasiadas dificultades para materializarse, toda vez que la historia a contar, las circunstancias que desembocaron en el abandono del hins de Siyâsa, ya estaba escrita por mí y estrenada por la kábila Nazaríes de Siyâsa en el año 2017. Tan solo encontramos el hándicap de que las primeras representaciones se iban a llevar a cabo en los días de Feria, fechas en las que todos andamos inmersos en el periodo vacacional (viajes, actividades, etc.) 

Por esto, hubo que hacer un “llamamiento general” a todos los festeros para no dejar pasar la oportunidad de materializar esta gran oportunidad de contribuir a la difusión de nuestra Historia. 

Y el llamamiento surtió el efecto deseado, pues en unos pocos días ya reunimos una veintena de “valientes” dispuestos a llevar a cabo semejante empresa. 

Hubo que trabajar, mucho, para vencer miedos e inseguridades, puesto que para la mayor parte del “elenco” suponía un gran reto el enfrentarse por primera vez a memorizar un texto y, sobre todo, a tener que declamarlo ante un público. Y, además, con la presión añadida de que  estaba en juego la idoneidad de nuestra asociación para tal menester. 

Pero el trabajo, el tesón y las ganas suplieron con creces la bisoñez, y el resultado fue magnífico desde el inicio, sorprendiendo a todos por la gran calidad de lo que allí representamos, tanto por los textos como (y sobre todo) por la capacidad de transmitir emoción y sentimiento, como si de actores profesionales se tratara.  

Tal fue así, que los responsables del municipio decidieron que aquello debería tener su continuidad en el tiempo…¡Y la tuvo! Pues desde entonces estamos representando “El Abandono de Siyasa” unas seis o siete veces al año, con una repuesta abrumadora del público y con unas críticas inmejorables, pues nuestra presencia en el yacimiento da un carácter especial a las visitas al mismo. 

Al indudable beneficio económico que esta actividad supone para nuestra entidad hay que sumarle un (no menos importante) beneficio reputacional, al poner de manifiesto que apostamos por la cultura, y que somos capaces de hacerlo desde el rigor y la calidad. 

Tanto es así, que nuestro ayuntamiento confió en nosotros y en nuestro buen hacer para poner en escena un acto tan importante como la representación de la creación del Concejo de Cieza como evento inaugural de las actividades programadas para celebrar su 750 aniversario. 

No puedo pasar por alto y dejar en el olvido la importancia que en el desarrollo de nuestro grupo ha tenido la inestimable colaboración del “grupo hermano”, el Grupo de Costura, artífice de que en la actualidad vistamos atuendos totalmente acordes con la época de los hechos que representamos. 

Tampoco quiero olvidar la gran acogida de nuestro grupo en la vecina localidad de Ojós, en la que en el pasado mes de octubre representamos “La Expulsión de los Moriscos”, que alcanzó gran repercusión regional y que está previsto que se represente cada año para conmemorar tal acontecimiento, tan trascendental para dicha población y para todo e Valle de Ricote. 

 UNA EXPERIENCIA CUASI RELIGIOSA: 

No, estas líneas no van sobre Enrique Iglesias. 

El santo y seña para los iniciados de esta liturgia son las palabras del guía: “Déjense llevar por la magia”. Hágase la luz. 

Y, como por ensalmo, las centenarias piedras, esas venerables ruinas que son testimonio del pasado, parecen cobrar nueva vida. 

“Escuchad, mi noble gente, escuchad con atención, que contaremos una historia que hace tiempo sucedió” Y nuestras voces se convierten en los desgarrados gritos de esas piedras, de esos muros de Siyâsa, hoy derruidos, deseosos de contar al mundo la tragedia de quienes un día, ya lejano, los levantaron y habitaron. 

Atrás ya quedaron noches de ensayo para poder prestar con dignidad nuestras voces a su historia, para poder cantar sus sentimientos, su dolor por el abandono. Ahora todo fluye, y se apodera de nuestro ánimo la satisfacción por el trabajo bien hecho, al ver en los rostros de los visitantes que el mensaje va calando, que sí somos  capaces de transmitir esos sentimientos. 

Y, una vez más, en los pasados  días de feria y fiestas en honor a San Bartolomé, Patrón de Cieza, volvimos a recordar la tragedia de aquellos que nos legaron una de las joyas de nuestro patrimonio histórico; volvimos a contar la historia que hay detrás de los fríos datos de una de las más importantes páginas de nuestra Historia. 

Cieza, septiembre de 2023. 

Antonio Salmerón Marín 

Director del Grupo de Teatro de las Fiestas del Escudo  

 

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